martes, 27 de marzo de 2007

CAPITULO SEGUNDO :


EL MANDO INTERMEDIO, UN INSTRUMENTO, A VECES, DE TORTURA.

Siempre es bueno hablar de todo, e incluso es hasta sano hablar por hablar. De ahí que estas breves líneas que gasto aquí, las utilizaré para que entiendan que en todos los lugares de trabajo cuecen habas, aunque en algunos de estos, las habas, sean contadas.

Desgraciadamente el nivel técnico que se ha alcanzado, en este trabajo, elimina la posibilidad de andar por ahí jugando con la bestia. Amarga la improvisación. Ya cada uno sabe de su papel individual desde el momento en que entra a trabajar allá sobre las nueve de la mañana. Así cada uno de nosotros sabe cual es su obligación nada mas empezar y de ahí que el mando intermedio, se asegure que en la revisión de todo el material de trabajo (camiones, bombas, vehículos de apoyo, etc...) cada uno de nosotros, profesionalmente, certifique el estado optimo de las herramientas.

Por tanto si en el parte de salidas te encuentras asignado al grupo 1, tu revisión será principalmente de aquellos vehículos y herramientas correspondiente a la primera salida o grupo principal de salidas a siniestro. Si por el contrario, tu asignación se encuentra dentro del grupo 3, tu revisión se centrará en la Autoescala y el Vehículo de accidentes con su herraje correspondiente.

Todo esto viene determinado por el parte diario de salidas que confecciona el mando intermedio como lógicamente cree conveniente, intentando que de forma igual todos y cada uno de los componentes del turno pasen por todos los puestos de trabajo.

Este, es el mando intermedio instrumento. La tortura puede venir con él por otras muchas cosas puesto que como cada fuego es diferente y aunque se utilizan los procedimientos operativos (que diríamos es la organización del ataque a fuego) el mando intermedio es quien, en un momento determinado, puede cambiar el curso del trabajo, utilizando la imaginación.... todos depende de la psicología del intercepto y de su capacidad.

Como en todos los productos hay gusto para todo y o para todos. No siempre uno llega a coincidir con la forma de pensar de alguno de los compañeros que están enrredor. El mando intermedio es o debe ser otro compañero, pero a algunos la galleta les crea una pared insalvable entre lo que seria y lo que es...

Es inutil pensar que por tener mando y llevar en este trabajo mas de diez años la injusticia obligue a menospreciar lo justo. Que no se escuche, por ser superior en el escalafón, las apreciaciones de alguien cercano, simplemente por tener el dominio, y así se exprese gratuitamente sobre los demás, la negligencia, la falta de sociabilidad, el revanchismo y la inoperancia evitando que los demás que a veces saben mas, se expresen y con ello den gratuitamente teoria esencial sobre como acabar con algún mal y con ello esta información entre como un aliento nuevo y fresco que viene a engrandecer la sabiduría y el virtuosismo en el puesto ocupado, en el trabajo, frente a la bestia.

A veces los mas veteranos son los mas jóvenes y la vida no es mas que una y no se puede andar hacia atrás, solo. Hay que imaginar y con ello crecer en sociedad, dejando las torturas para aquellos que no han recibido aún la cultura del pensamiento, y de las libertades.

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